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jueves, 19 de abril de 2007

"Correa, deja de hacer cagadas!", parte 3

Ya, en esta se acaba, prometo no alargar más esta historia de la vida falseta.

Me tocó dormir en la oficina de los pacos, junto a un par que cada uno tenían más cara de malhumorado que el otro, me imagino que lógicamente porque un perfecto extraño les estaba jugando barcelona con el único objeto sobre el cual podían descansar en la noche. Yo sólo me saqué los zapatos, me cubrí con la cobijita con la que acolitó mi prima (que en realidad era un poncho de esos de cachemira, que estaba bien rico pero demasiado delgado como para proteger del frío. Me desperté varias veces a la 1, 2, 3 y 5am, molesto por la luz prendida de la oficina y el pacheco del diablo que ha sabido hacer en ese edificio.

A las 6am me desperté, ya no podía dormir simplemente, a pesar de que estaba re cansado por la mala posición (yo mido más o menos 1,8m y el sillón tenía unos 20cm menos). Una media hora después vino el típico chapa bestia, de esos que nunca faltan, a zarandearme y decirme que ya tenía que levantarme...a partir de este rato, se venía lo bueno porque en primer lugar, todavía no estaba fijo si tenían que llevarme a la comisaría o directamente a la intendencia. Yo estaba pariendo porque si me llevaban a la comisaría, eran al menos unos cuántos días más de tarro, y esta vez sí dentro del CDP o alguno de esos "atractivos" destinos.

Tocó esperar hasta las 8am hasta que los pacos que me habían atrapado llegaran, porque ellos seguían encargados de mi custodia, y debían llevarme a donde toque ir. Primero probaron suerte en la comisaría que queda justo sobre la calle Venezuela, un par de cuadras hacia el sur del Municipio. Los tres se bajaron y me dejaron solo en el patrullero: uno se quedó haciendo guardia y los otros dos se fueron a preguntar. Ese rato todos los almacenes estaban abriendo y la gente estaba empezando a salir. Cuando uno está en una circunstancia como ésta, la visión que se tiene del mundo puede cambiar radicalmente. Me sentí simplemente desprendido del mundo, "detached" como dicen los gringos...era como que simplemente no pertenecía al "pueblo" en ese momento...probablemente tal sensación produzca alteraciones irreversibles en la mente de un criminal.

Los dos policías regresaron, y claro, con cara larga porque seguro ya querían deshacerse de un problema que era realmente tonto y además estaba robando tiempo suyo fuera del turno. Nos dirigimos hacia la intendencia, pero yo estaba muy asustado debido a que nunca me informaron de la parada que acabábamos de hacer...tuve que tener el celular todo el tiempo en actividad para informar punto por punto dónde estaba, no vaya a ser que me desaparezcan como a los hermanos Restrepo.

Llegamos a la intendencia, y el intendente no llegaba todavía. Me tocó esperar como 30 o 40min en una silla más incómoda que sentarse sobre una tabla inclinada. Al fin, el man llegó y nos mandó donde el secretario para la toma de datos. Ahora, este creo que junto con el rafaelito, son los dos triplehijueperras de la valienta que me hacen dar asco de todo lo que tiene que ver con la justicia en este país. Sucede que este cerdo, que además se notaba que tenía problemas de tiroides, por sus ojos de sapo y prominente barriga, había sido partidario del rafaelito y tenía por todo el escritorio tapizado con propaganda política de color verde flema fresca.

El desgraciado ni siquiera había escuchado la situación y ya quería clavarme al menos 6 meses de reclusión por haber "amagado vejar a una autoridad pública, en este caso, presidente de la república", segun un artículo del código penal que expresa eso. Encima, luego andaba sacando pecho de haber metido al tarro a un periodista del canal 10 por haber dicho algo en contra de algún político conocido que ya no me acuerdo. Ésos son los asquerosos afortunados (no me canso de decirlo, el Ecuador es el país más generoso del mundo, para que gente como ésa llegue a puestos de poder) Entonces, me pregunto, con todos los insultos que ha proferido el delfín de Huguito, gorila de Barinas, ya debería estar pagando unos cuantos siglos de penas en la Peni, algo así como a los criminales gringos en algunos estados les condenan a 700 años de reclusión.

Yo estaba pariendo, pero convencido sin embargo de que no había hecho algo malo y estba ejerciendo mi derecho. Pasamos a hablar con el intendente, quien manifestó que sí era un delito, pero que realmente la ley estaba diseñada estúpidamente en ese caso, porque simplemente era una contravención. El consejo del man, sin embargo me pareció super honesto e incluso motivante. Me dijo que podía ser un político en potencia, pero que la mejor manera de contraponer ideas es en alguna instancia civilizada, y no insultando, a lo cual le doy razón, pero el huevón que nos (des)gobierna ahora no ha hecho ningún mérito como para que se le respete como Presidente.

Teníamos que esperar a que llegue el parte policial del Regimiento Quito, porque encima más, me habían tenido detenido sin papeles hasta el día que les menciono...por eso me mantengo en que mi proceso estaba plagado de nulidades. En fin, el man firmó mi boleta de libertad y tocó esperar a que la legalizaran, para luego salir y ser hombre libre de nuevo a las 11:30 del 11 de abril del presente. Aquí termina la historia, pero postearé acerca de las conclusiones que esto me dejó.

Nos leemos próximamente!

Naturalmente, todo

"¡Correa, deja de hacer cagadas!", parte 2

OK, retomando la historia, me tocó salir de la Fiscalía hacia el hospital Eugenio Espejo para que me hagan un examen médico de verificación. Probablemente se pregunten para qué hacen esto...es para comprobar que iba a entrar al tarro en buen estado de salud, sin signo alguno de tortura o acoso por parte de quien me detuvo, es decir la policía. Mientras estábamos yendo al hospital, el subteniente (el jefe de la patrulla) recibió una llamada de la oficina de enlace de la presidencia de la república ordenándole que detenga todo el proceso y me deje en libertad. Claro, uno diría que sería mejor olvidar todo el asunto, pero los manes me impresionaron con su sentido de responsabilidad al negarse a hacer eso y seguir por los canales normales del proceso, que si bien estaba viciado de inicio, debían continuarlo.

Al llegar, tuvimos que esperar más o menos una hora, porque justamente ese día hubo un accidente de bus (qué raro, buseros de la reputa que los parió) que había causado que el área de emergencias del hospital se llene, y la doctora jefa de la estación estaba ocupada en menesteres más importantes que firmar el papelito para que me metan definitivamente al CDP.

Mi pana con el que me encontré y que ya se había encargado de guardar el carro en mi casa me fue a ver al hospital y estaba ahí acolitando y dando apoyo moral. Desde ahí, yo estaba realizando llamadas a diestra y siniestra, con mi abogado, mi vieja, un par de amigos, mi médico y un amigo de mis viejos que es congresista. Finalmente, un par de practicantes en el hospital (de los cuales la chica estaba bastante guapa) me hicieron el examen. Me revisaron todo el cuerpo y la cabeza en busca de hematomas o signos de golpes. Pasé normal en todo, excepto que tenía un poco de deshidratación, me imagino que por la ansiedad del momento. Ese rato nos pusimos en camino hacia la Policía Judicial, donde mi abogado y un primo que es policía me esperaban. Al llegar me condujeron a un cuarto donde había 2 pacos con 3 mancitos que realmente se veían como delincuentes y me quedaban viendo a cada rato como que estuvieran viendo a E.T.

Ya me estaba preparando para pasar la noche ahí en algún calabozo de la PJ, haciendo una lista mental de todo lo que tenía que encargarle a mi vieja: el celular, la billetera, el reloj, la tarjeta magnética del laburo, y etc etc etc. Luego de unos minutos en ese cuarto, me llamaron hacia el escritorio del secretario de ahí, que dijo que no podía recibirme porque no había cometido ningún delito, y que por lo tanto mi detención no podía ser legalizada. Mencionó que yo le podía haber dicho al rafaelito incluso de qué se va a morir, pero no me podían meter al bote por eso, y que lo que hice podía ser considerado apenas como una contravención, y que en ese caso lo único que se podía hacer es que me lleven a una comisaría para ver qué sanción me iban a dar. Saliendo de ahí, mi vieja, mi hermana y algunos amigos ya estaban ahí. Se corrió el rumor que yo había estado tomado mientras había gritado, gracias al comedimiento de una dizque abogada que estaba ahí, y que la verdad si la veo alguna otra vez le romperé la cara por repartir rumores falsos.

Sucede que la comisaría de turno era la Nº 2, sobre la Av. 10 de Agosto y Checa. Fuimos allá, y no pude parar de cagarme de risa el rato que vi la vaina cerrada, con triple vuelta de cadena y candados, y por supuesto, una bandera enorme de la lista 35 colgada en una de las ventanas...Ese rato creí que ya me había salvado de pasar la noche encerrado, pero naranjas...por la radio pidieron información los chapas y tenían dos posibilidades, ya que estaba a cargo de ellos hasta que me dejen en algúna institución que disponga sobre mi libertad: o me dejaban en calidad de encargado en algún edificio de la policía o me tocaba dormir en el patrullero durante el turno de los manes. Se decidieron por llevarme a un mini centro de detención que tienen en la avenida 24 de mayo, en el edificio de la ex-cervecería Victoria. Ahí los manes les dijeron que no me podían meter en ninguna celda y si tenía que quedarme, tendría que dormir en la oficina del retén, usando el único sofá disponible...eso a la final tocó hacer...mi vieja y mi primo que es policía me dejaron "bien recomendado" con los oficiales y tropas que tenían que hacer turno esa noche. Menos mal que se había acabado ese ping-pong que estaban haciendo conmigo entre la PJ, la comisaría que nunca se abrió y la fiscalía.

Mi familia se fue y me dejó no más ahí, porque al día siguiente tendríamos que ir tempranito a una comisaría para que me dicten sentencia. El plan consistía en que la comisaría no miraría siquiera mi caso porque no existía delito, entonces tenían que mandarme a la intendencia de policía para que me dicten sanción a la contravención. Sin embargo, si el parte no llegaba temprano, me tendrían que retener al menos uno o dos días más.

Al final del día, uno de mis mejores amigos, autor intelectual de este blog, me fue a ver al lugar de detención y me hizo compañía hasta antes de irme a dormir..ahí pasamos hablando como una hora, de cualquier huevada que se ofrecía. Él se fue y yo me fui a ver el final del partido del Emeleshh, que perdía con el Inter 2x1...mi vieja, tan bacana que es, me había dejado bien provisto con colita, agua, unos doritos, una manzana y galletas, para pasar la noche. Los pacos ni de fundas se esperaron que les comparta todo, y nos quedamos hablando hasta que hicieron cambio de guardia a las 12am. Ese rato me fui a dormir al sillón chueco de la oficina de los chapas, con una cobija chiquita que era en realidad un poncho delgadito de la esposa de mi primo, que era lo único que me dejaron para abrigarme.

De nuevo, ya estoy con sueño, así que la 3a y última parte se los contaré mañana.

Nos vemos!